El teletrabajo ha abierto un mundo de posibilidades que hace algunos años era casi imposible de imaginar. Tener la oportunidad de trabajar desde cualquier parte del mundo es un sueño que no está al alcance de cualquiera, motivo por el cual muchas personas optan por aprovecharlo todavía más pasando largas temporadas visitando diferentes países, como es el caso de Italia, hasta asentarse en un lugar definitivo.
Si quieres pasar unos cuantos días o semanas y, después, volverte a España, no hay ningún problema. No es necesario que ajustes cuentas con el fisco italiano en la mayor parte de los casos, al tratarse de un viaje que podría ser considerado como turístico. Sin embargo, la cosa cambia si queremos pasar más de la mitad del año o, lo que es lo mismo, más de 183 días. A partir de ese momento serás considerado como residente fiscal. Una situación que también tiene sus implicaciones fiscales y que en este artículo te vamos a explicar.

Los impuestos de los nómadas digitales en Italia
La Agencia Tributaria Italiana, conocida como Agenzia delle Entrate, es el organismo que tiene la responsabilidad de aplicar y supervisar toda la normativa fiscal. Por lo tanto, es el órgano con el que debemos rendir cuentas sobre el pago de nuestros impuestos.
Desde el mes de abril del pasado 2024, Italia daba la bienvenida a los nómadas digitales que querían residir en el país creando una visa específicamente diseñada para ellos. Inicialmente, la visa tiene una validez de doce meses, pero se puede prorrogar si se cumplen una serie de condiciones que garantizan al Gobierno de Italia que reúnes todos los requisitos para continuar viviendo en el país. El principal es demostrar un ingreso mínimo de 27.900€ al año. Esta es la cantidad que el Gobierno italiano considera mínima para que un residente tenga independencia y pueda sufragar sus gastos.
Una vez abordada la cuestión, el siguiente paso es conocer exactamente qué ingresos debemos regularizar con la Hacienda italiana. Para hacer el cálculo, deberemos tener en cuenta el tiempo que hemos permanecido en el país:
En primer lugar, si hemos vivido más de 183 días en Italia, deberemos tributar nuestros ingresos obtenidos durante todo el año en todos los países a los que hemos facturado.
En segundo lugar, si la estancia ha sido inferior a esta cifra, la tributación será de únicamente los ingresos generados dentro del país. Una situación que se puede producir si mientras estamos de visita tenemos la oportunidad de colaborar con una agencia de marketing, por ejemplo, haciendo un trabajo esporádico.
La tramitación de los impuestos se puede realizar de forma online, pero para ello hay que contar con una buena conexión a internet, que nos permita subir la documentación pertinente y cumplir con la normativa existente. Si vas a estar unas semanas en Italia, te recomendamos la tarifa plana de $3.5 de Blink eSIM. Con ella, vas a tener internet estable y a máxima velocidad sin tener que preocuparte de los datos consumidos. Puedes descargar en tu móvil antes de iniciar tu viaje y no pagarás nada hasta que comiences a utilizarla cuando aterrices en Italia. Además, el saldo tiene una validez de 24 meses, por lo que no necesitaremos más tarjetas si queremos hacer una ruta por Europa y trabajar desde varios países.

Cuánto tengo que pagar por cada impuesto
Si te has dado de alta como autónomo en Italia, serán cuatro los impuestos que deberás atender, puesto que cuenta con un régimen tributario bastante similar al que tenemos en España.
El primer impuesto es el IRPEF y se genera sobre los ingresos globales de los residentes fiscales en Italia y los ingresos obtenidos en el país por parte de los no residentes. Como en España, también es progresivo, comenzando en un 23% para las rentas de hasta 15.000€ y alcanzando el 43% en las rentas a partir de 50.000€.
El segundo impuesto se suma al IRPEF, es regional, y cada zona lo aplica para financiar servicios como la educación o la sanidad. El rango se sitúa entre el 1 y el 3,3%, en función de lo que estimen oportuno.
A continuación, deberemos asumir las cotizaciones a la Seguridad Social y se calculan sobre los ingresos netos. La tasa oscila entre el 24 y el 33%.
Por último, llegamos al IVA, algo más caro que en España: un 22%. Como nómada digital, deberás sumar este impuesto a tus facturas y recae sobre el lado del cliente para, a posteriori, regularizarlo trimestralmente con la Agencia delle Entrate.
¿Existe algún beneficio fiscal para nómadas digitales?
Italia, al igual que muchos otros países, ha diseñado un programa para incentivar al talento internacional a asentarse en el territorio italiano. A través del régimen fiscal de impatriati, podremos beneficiarnos de una reducción de hasta un 50% sobre la base imponible de nuestros ingresos. Esta deducción puede ser mayor en el caso de que fijemos nuestra residencia en una zona del sur del país.
Los beneficios fiscales tienen una duración de cinco años, pero pueden prorrogarse otros diez si cumplimos con una serie de requisitos, como es la compra de una vivienda, por ejemplo.
Italia es uno de los países más atractivos de la Unión Europea y gracias a los beneficios fiscales que ofrece, no ha tardado en posicionarse como uno de los paraísos del teletrabajo para una gran cantidad de nómadas digitales. Asegúrate de contratar una buena conexión a internet y disfruta de la gastronomía, herencia y cultura que el país vecino puede llegar a ofrecerte.






